Tiempos de crisis, tiempos de confianza
Un 31 de mayo de 1949 nuestro Padre Fundador, ofrece una plática que termina constituyéndose en uno de los hitos más importantes del Movimiento de Schoenstatt: la plática del 31 de Mayo. Pronunciada sólo unos días después de la bendición del Santuario de Bellavista, le confiere a éste (a todos los santuarios) y a la familia de Schoenstatt, una misión específica para el futuro: el realizar una cruzada por la victoria del pensar, vivir y amar orgánicos y por la perfecta restauración del organismo natural y sobrenatural de vinculaciones.
En su texto, hay un párrafo que a nuestro juicio es particularmente importante en estos tiempos de crisis en que podemos sentir angustia o desesperanza. Nos dice el Padre Kentenich: “La Sma. Virgen permanece fiel. No tienen por qué angustiarse. Es cierto que en general hay poca fidelidad. Pero la Sma. Virgen es la «Virgo fidelis», la Virgen fiel. Ella nos ama aunque no andemos con un traje tan limpio, incluso si alguna vez le hemos vuelto las espaldas, ella nos es fiel. Su fidelidad termina sólo cuando nos sabe allá arriba en el cielo».
Los invitamos a seguir confiando en la fidelidad de nuestra Mater y a seguir trabajando por la cruzada a que nos invitó nuestro Padre Fundador hace ya 72 años y que hoy está más vigente que nunca.
Saludos cariñosos,
Yerko Moreno y Cuti Aubele
Pastoral del Santuario